
El fracaso de Copenhague significa ante todo el fracaso del hombre en su interrelación con la naturaleza en nuestro planeta, de manera que a medio plazo ya se encargará esa misma naturaleza de recordárnoslo mientras busque su propio equilibrio tras la persistente y ciega actuación humana.
Desde el punto de vista político el fracaso de Copenhague ha significado también el fracaso de Europa, que no ha sabido interponerse entre Estados Unidos y China, que son los países que han marcado las reglas de juego desde el principio.
El fracaso de Copenhague significa el fracaso de la ONU y de los 194 países allí representados, que no han sabido estar a la altura de las circunstancias bajo las divisiones y diferencias establecidas por los países ricos, países emergentes y países pobres, de manara que no han sido capaces de alcanzar los compromisos necesarios para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero, causante del cambio climático que estamos sufriendo, antes de que sea irreversible la situación.
Este fracaso va a permitir que “la temperatura de la Tierra suba unos tres grados”.
El objetivo de Copenhague era limitar a dos grados centígrados el calentamiento global. La atmósfera no puede calentarse por encima de esa cifra en las próximas décadas si se pretendía limitar las consecuencias del cambio climático.
Desde el punto de vista político el fracaso de Copenhague ha significado también el fracaso de Europa, que no ha sabido interponerse entre Estados Unidos y China, que son los países que han marcado las reglas de juego desde el principio.
El fracaso de Copenhague significa el fracaso de la ONU y de los 194 países allí representados, que no han sabido estar a la altura de las circunstancias bajo las divisiones y diferencias establecidas por los países ricos, países emergentes y países pobres, de manara que no han sido capaces de alcanzar los compromisos necesarios para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero, causante del cambio climático que estamos sufriendo, antes de que sea irreversible la situación.
Este fracaso va a permitir que “la temperatura de la Tierra suba unos tres grados”.
El objetivo de Copenhague era limitar a dos grados centígrados el calentamiento global. La atmósfera no puede calentarse por encima de esa cifra en las próximas décadas si se pretendía limitar las consecuencias del cambio climático.
No hay comentarios:
Publicar un comentario